Por Dilian Francisca Toro Torres
El Gobierno Nacional logró la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo, PND, que es la hoja de ruta sobre la cual plantea llevar a cabo su programa de Gobierno. Durante los intensos debates a esta Ley, desde La U trabajamos de manera juiciosa para impedir que aquellas propuestas que fueran nocivas para los intereses de los colombianos quedaran incluidas, pero también, propusimos y aportamos en la construcción de iniciativas en beneficio del interés de los ciudadanos.
Por ejemplo, conseguimos que se eliminara la proposición que creaba una sobretasa al impuesto predial, lo cual hubiera sido oneroso para los ciudadanos. Además, logramos garantizar la transparencia en la contratación e inversión de los recursos en los nuevos fondos y que la economía popular fuera un foco principal de interés al propiciar la inversión y entrega de créditos para los tenderos, emprendimientos informales y trabajadores de a pie, con el fin de generar bienestar en las regiones más apartadas y vulnerables.
Así también, conseguimos que el Estado cofinancie más del 70% de las inversiones para la construcción de los trenes en el país; que se eliminara el sometimiento a entidades territoriales a tener un orden obligatorio para hacer el POT sobre determinantes del ordenamiento territorial y su prevalencia; proteger la vivienda social ajustando el tope de 160 salarios mínimos, además de conseguir que ciudades más pequeñas puedan ser beneficiadas con estos programas, y defendimos el derecho ciudadano al otorgarles la posibilidad de pedir la suspensión del incremento catastral excesivo o injustificado, para que el operador catastral revise y ajuste esas inconsistencias.
De otra parte, debo resaltar que desde La U dimos impulso para que los vallecaucanos y la región pacífica reciban un importante apoyo del PND, para seguir consolidando proyectos estratégicos de infraestructura para el bienestar y competitividad de la región, tales como las obras de la vía Mulaló-Loboguerrero; dragado y profundización en el Puerto de Buenaventura, el saneamiento de la deuda de Emcali; la construcción de la universidad para el Distrito de Aguablanca y sede universitaria para Tuluá. Así también, contiene otros proyectos vitales como la concesión del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, el cual incluye obras para el aeropuerto de Buenaventura y las vías del Samán en el norte del departamento.
Debo destacar de manera especial que el PND, permitirá continuar consolidando un anhelo de los vallecaucanos: el tren de cercanías. Se trata de un proyecto que dimos vida durante mi gestión como Gobernadora del Valle, el cual beneficiará a los habitantes de Cali, Palmira, Jamundí y Yumbo. Con una inversión aproximada de $34.000 millones para su primera fase que va de Cali a Jamundí, este importante proyecto tendrá una cofinanciación del Gobierno Nacional del 70% mientras que el 30% restante estará a cargo de la Gobernación y la Alcaldía de Cali, entre otros inversores. La idea es que el tren empiece a operar en 2028.
Desde luego, el gran reto será trabajar de manera mancomunada desde el bloque parlamentario, en unión con entidades del sector público y privado, como la Cámara de Comercio, Pro Pacífico, Andi, Comité Intergremial y Empresarial del Valle, Gobernación, alcaldías, Asamblea Departamental, Concejos Municipales, gremios locales y regionales, para que se continúe o se finalice la estructuración de estos proyectos y sean incluidos en los presupuestos anuales.
Estas importantes obras van a impulsar no solo la competitividad empresarial y agrícola, sino que beneficiará a toda la comunidad, al generar empleo, desarrollo y bienestar para los habitantes de nuestra región y el país.
La hoja de ruta está trazada. Mi invitación es a seguir trabajando unidos por el bienestar de colombianos y vallecaucanos. Por mi parte, seguiré empeñada en seguir generando un liderazgo articulado entre el sector público, el privado, la academia y los sectores sociales, con el propósito de avanzar en la construcción de una Colombia más justa, incluyente y en paz.
