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Según cifras del ministerio de salud, reveladas en el primer semestre de este año, Colombia llegó a una cobertura del 99.6% de aseguramiento en la prestación de servicios de salud. Esto no es un tema menor debido a que cuando inicio la implementación de la Ley 100 de 1993 se calcula que la cobertura solo abarcaba el 23% de la población colombiana, lo cual demuestra una de las mayores bondades de dicha ley.
Si bien mayor cobertura no implica necesariamente mejor servicio, es indiscutible que una de las maneras de zanjar las brechas sociales es poder tener acceso a un sistema de salud sin distinguir el estrato o la condición económica. Pues anteriormente si había una clara diferenciación, por esta razón, los más vulnerables eran sometidos a ser atendidos en hospitales de caridad, en donde su atención era precaria y no tenían acceso a especialistas. Por el contrario, hoy en día quienes no pueden contribuir al sistema de salud actual, están afiliados bajo la modalidad de régimen subsidiado por medio de una EPS lo cual les permite acceder a todos los servicios, incluyendo especialistas.
Otra de las mejoras que trajo el Sistema General de Seguridad Social en Salud fue la implementación de las ARL (Administradora de Riesgos laborales) a través del decreto 1295 de 1994, pues implementó el sistema de riesgos profesionales derivados de la actividad laboral lo cual mejoró las condiciones de los trabajadores colombianos y sus familias, haciendo de la afiliación a dicho sistema una obligación para quien este vinculado por un contrato laboral.
Esto no es menor, pues las garantías laborales son la cumbre de las luchas de décadas en todo el mundo sobre la dignificación del trabajo y la creación de condiciones laborales dignas, garantizando así la vida de quien ejerce dichas funciones. Adicionalmente, este sistema ha contribuido a prevenir enfermedades derivadas de la actividad laboral lo cual no solo beneficia al trabajador sino al sistema en general.
Es evidente que el sistema de salud colombiano no es perfecto, ni este artículo busca defender los desfalcos y errores que se han cometido en la implementación de la Ley 100, pero si quiero llamar la atención con los ejemplos mencionados anteriormente en las bondades y beneficios que este sistema ha logrado respecto al anterior. El país está en camino hacia el cierre de brechas sociales mejorando la calidad de vida de todos los colombianos, especialmente la de los más vulnerables.
Rodrigo A. Botero Galvis
Voluntario del Centro de Pensamiento
Partido de la U
Estudiante de Derecho
Bogotá D.C
